lunes, 30 de noviembre de 2015

Me rindo. ¡Viva el Black Friday!



Hace mucho tiempo que no escribo en mi blog y por tanto que no comparto opiniones y comentarios con vosotros. No será porque no hay cosas que todos los días levanten mi curiosidad o provoquen en mí algún comentario. En fin, no es cuestión de analizar el porqué de esta ausencia y sí de volver a ocupar un huequito en esta gran red.



Y es que esta vez ha sido muy fuerte. Seré breve. Quien me conoce sabe de mi animadversión al uso abusivo y sin sentido de palabras en inglés cuando tenemos un diccionario repleto de palabras españolas, una lengua de lo más rica. A ello uno mi crítica siempre a la facilidad que tenemos los españoles a incorporar costumbres ajenas sin saber ni de dónde vienen ni siquiera lo que significan.
Pues señoras y señores, me rindo. Sí, he decidido sumarme a lo bueno que traen estos palabros y ni siquiera indagar sobre su origen o significado. Para esta presentación de capitulaciones ha sido decisiva la última envestida que me ha cogido totalmente por sorpresa. El Black Friday en inglés (en español también Black Friday) me ha asestado el último y definitivo golpe. 

¡¡¡Hala!!! Que si Black Friday por internet con unos descuentos de lo más sugerentes vía online; que sí Black Friday en los anuncios, reportajes y noticias de la TV; que si Black Friday en la radio con una cuña tras otra; que si Black Friday en el buzón de casa; en la calle… Y yo sin hacer caso. -No será para tanto- pensaba. Es más, creo que ni pensaba porque bastante tenemos con ir superando nuestros días de la semana en español como para pensar en ellos también en inglés.

Y llegó el Black Friday y ¡sorpresa! Los descuentos eran verdad, las tiendas se llenaron; las calles a rebosar y todo el mundo con bolsas con una, dos o más pero todos tenían algo que comprar. Y la publicidad subió su volumen y los carteles anunciando el Black Friday, con el 10%, 20% y 30% o más de descuento, se multiplicaron y ¡hala!  venga gente. Y llegó también el Black Weekend en inglés (en español también Black Weekend) y la fiebre consumista del viernes se prolongó el sábado y el domingo.

Y venga anuncios y venga palabras en inglés. Luego dicen que si el catalán y el español y resulta que donde sí que seguro que se puede usar el castellano optamos por el inglés. Debe ser que vende más poner en una bolsa de Springfield (grupo español Cortefiel) –This is not another paper bag. This is my brand new closet- o esta otra –Yeah! This is the spirit-.

Y yeah! descuentos en ropa, calzado, complementos, coches, pisos, dentista, joyerías, muebles, alimentos… y viajes, entradas, líneas aéreas, ofertas hasta en los bancos. Y -¿por qué?-  preguntaba yo y me respondían -pues porque es Black Friday o es que no te enteras-. Sí claro, cómo para no enterarse. Me rindo, el próximo año lo señalo en fosforito en mi calendario y no hago la tontería de irme de compras justo una semana antes de este Black Friday que ha llegado para quedarse.  

Yo también vuelvo a mi blog con la intención de quedarme.

Laura Figueiredo

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